Los buenos hábitos son prácticas del día a día, es decir una rutina diaria, ante la pandemia del Covid-19 es necesario aplicarlos.
Existe una clasificación de ellos que no necesariamente ayudan mucho, un ejemplo, es el hábito de fumar, esta es una práctica mala para la salud, también se clasifican en la gama de hábitos; por esta razón son los buenos hábitos que conducen a una mejor vida.
Hábitos de higiene
Son actividades que se realizan con el objetivo de mejorar y mantener buenas condiciones en nuestro cuerpo y salud, por esta razón se deben realizar periódicamente.
De ellos depende que las personas vivan en condiciones óptimas, esto engloba la higiene individual como la colectiva.
El hábito higiénico no sólo cubre lavarse las manos, cepillarse los dientes o recoger la basura de las calles para mantener limpia tu comunidad, sino que dentro de esto entran muchas actividades que debemos de realizar para mantenernos sanos y mantener sanos a las personas que nos rodean.
En la escuela, trabajo o en el hogar podemos realizar prácticas tanto individual como en conjunto para lograr una buena higiene o fomentar en los demás la práctica de hábitos en cualquier lugar o situación en la que se encuentren como: a la hora de comer, su aseo personal, limpieza de los espacios (polvo, basura); o, así como también detectar los focos de riesgo para nuestra salud.
Hábitos alimenticios
Mantener buenos hábitos alimenticios nos ayuda a:
Hábitos de estudio
Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria. Lo que determina nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos y el ritmo que le imprimimos a nuestro trabajo.
Durante la educación secundaria, por lo general vamos incorporando unos hábitos de estudio de manera no sistemática, ya que no suelen enseñarse directamente.
Al ingresar a la universidad no sólo tenemos más contenido y niveles de exigencia, sino que tenemos menos control externo, en algunos casos, porque vivimos solos, porque nuestro entorno inmediato nos supervisa menos, y porque el estilo pedagógico es diferente (menos exámenes y controles periódicos).
Algunas recomendaciones son:
* Planifica tu tiempo de manera realista.
* Lee activamente.
* Potencia tu memoria al máximo.
* Emplea estrategias para recordar ideas claves.
La educación exige a la mayoría de los estudiantes mejorar sus estrategias de organización del tiempo, su habilidad para tomar notas, sus técnicas de búsqueda y selección de información, su atención y concentración prolongadas. Conocer y entrenarse en hábitos de estudio que potencien y faciliten la habilidad para aprender, son pasos clave para sacar el máximo provecho y conseguir el mejor rendimiento en nuestros años de formación académica.